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Una verdadera combinación de lo moderno con lo antiguo, un monumento a ambas Suecias, aquella del pasado imperial y aquella del futuro de la alta tecnología. Rodeado de historia, de edificios pintorescos, calles pavimentadas en piedra, esta ciudad brinda el encanto del viejo mundo junto con los avances modernos que abundan a la vuelta de una esquina. Algunos de los mejores lugares para visitar son la vieja ciudad de Gamla Stan, el Palacio Real y el barco de Vasa. Además cuando se visita Estocolmo se encuentra una atmósfera mágica creada por el agua que corre a través de la ciudad y que da una sensación increíble. De hecho, no hay que sorprenderse que su sobrenombre sea “la Venecia del Norte”. Estocolmo desde el agua es inolvidable. Vale la pena hacerse un viaje por el archipiélago con un bote, ya que el agua es tan limpia y clara que puedes nadar al lado del puerto cerquita a la ciudad como lo hace la gente del lugar. Una capital que es también un maravilloso ejemplo de un alto estándar de vida, con estilo y elegancia, uno de las ciudades más limpias de Europa donde la gente camina sonriendo. Miles de tienditas bonitas con una cantidad de productos que comprar y una cantidad de cafés y restaurantes que sirven diferentes tipos de excelente cocina, hacen de Estocolmo un lugar ideal para vistarlo durante todo el año. Pero recuerde que Suecia tiene un clima perfecto en el verano (no se olvide que en pleno verano, el sol no se oculta del todo en algunas partes de Suecia). En resúmen: la gema de Escandinavia no se puede dejar de visitar.